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Consultores de Donald Trump han recolectado datos de 50 millones de usuarios de Facebook
Parece que al actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se le acumulan los escándalos relacionados con la campaña que lo ha llevado a su actual posición. Según informan diversos medios, una consultora que ha trabajado para él, Cambridge Analytica, ha recolectado los datos privados de 50 millones de usuarios de Facebook.
Tras destaparse el escándalo, la Fiscal General de Massachusetts, Maura Healey, ha dicho que su oficina ha iniciado una investigación, a lo que añadió que “los residentes de Massachusetts merecen respuestas inmediatamente de Facebook y Cambridge Analytica”. Por su parte, la Comisión de Información de Reino Unido anunció el pasado sábado otra investigación sobre la consultora, que también tiene clientes en el país europeo. Elizabeth Denham, Comisaria de Información de Reino Unido, ha comentado que “cualquier acción penal y civil que surja de la investigación se llevará a cabo vigorosamente.”
Hemos dicho Facebook, ¿verdad? La conocida red social, además de ser la más usada del mundo, es conocida en medios como este por sus múltiples polémicas e infracciones relacionadas con la violación de la privacidad de sus propios usuarios e incluso ajenos. La compañía fundada por Mark Zuckerberg anunció que suspendía toda actividad con Cambridge Analytica después de descubrir que sus políticas de privacidad fueron violadas, lo que impediría a esta última empresa y su matriz, Strategic Communication Laboratories (SCL), comprar anuncios y administrar páginas pertenecientes a sus clientes.
Según el medio Observer, perteneciente a The Guardian, Cambridge Analytica habría utilizado datos tomados sin permiso a principios de 2014 para construir una aplicación para predecir e influenciar en las elecciones. Christopoher Wylie, quien ayudó a crear Cambridge Analytica y trabajó con un académico de la Universidad de Cambridge para obtener los datos, ha comentado que este sistema podía hacer un perfil individual de los votantes para enviarles publicidad política dirigida. El académico, cuyo nombre es Aleksandr Kogan, construyó la aplicación de forma separada a su trabajo en la universidad, con la cual se recolectaron los datos de los usuarios de Facebook y fue bautizada como thisisyourdigitallife.
La cantidad de usuarios perjudicados por esta recolección de datos ha podido ser una poderosa arma para influenciar en los resultados del proceso electoral, ya que esos 50 millones que usan Facebook representan una tercera parte de todos los que tiene la red social en Estados Unidos y son cerca de una cuarta parte de todos los votantes. Aunque no garantizaría la victoria de Donald Trump, sin duda estamos hablando de un porcentaje muy elevado que puede ser determinante para inclinar la balanza en un proceso electoral, más en un sistema bipartidista casi perfecto como el de Estados Unidos.
“Hemos explotado Facebook para recolectar millones de perfiles. Y hemos construido modelos para explotar lo que sabíamos de ellos y llegar así a sus demonios internos. Esa fue la base sobre la que se construyó toda la campaña”, ha explicado Christopoher Wylie a Observer. Esta confesión resulta bastante aterradora, ya que muestra el uso descarado y cada vez más frecuente del miedo y el odio en los procesos electorales para la creación de discursos populistas que terminan calando en la sociedad.
Pero Kogan no se encargó en solitario del proceso de construcción de la aplicación, sino que se realizó en una empresa para la que trabaja: Global Science Research (GSR). En colaboración con Cambridge Analytica, pagaron a cientos de miles de usuarios para que realizaran pruebas de personalidad y acordaron la recopilación de sus datos para uso en el ámbito académico. La aplicación, que fue descargada unas 270.000 veces, recolectó información de los amigos de los voluntarios, lo que le permitió al final acumular los datos de decenas de millones de personas. Para defenderse, los desarrolladores argumentaron que la política de Facebook permitía recolectar datos de los amigos para mejorar la experiencia de usuario, pero no para venderlos o usarlos para publicidad.
Facebook ha dicho que actuó nada más recibir los informes en los que se explicaba que Cambridge Analytica y SCL no borraron la información de los usuarios después de haberlos compartido inapropiadamente. En su defensa, Cambridge Analytica ha dicho mediante un portavoz que GSR otuvo los datos según la Ley de Protección de Datos de Reino Unido y solicitaron permiso a cada encuestado, además de recalcar que borró todo lo recibido de GSR y que dicho material no fue usado para la campaña presidencial de Donald Trump en 2016.
Hasta aquí hemos comentado mucho sobre qué hizo Cambridge Analytica para recolectar los datos, pero, ¿cuál es la conexión con Donald Trump? Según registros de la Comisión Electoral Federal, el actual presidente estadounidense habría pagado a la empresa más de 6,2 millones de dólares con el fin de usar lo recolectado para la campaña que lo llevó a la Casa Blanca. Sin embargo, un oficial de la campaña de Trump ha dicho que en realidad utilizaron los datos suministrados por el Comité Nacional Republicano y que la utilización de “otra fuente para apoyar la victoria de 2016 es totalmente falsa”. Brad Parscale, responsable de la publicidad electoral digital del actual presidente estadounidense en 2016 y de momento encargado de la campaña de reelección de 2020, ha dicho que Cambridge Analytica jugó un rol menor, aunque esta última parte dice en su sitio web haber ayudado a Donald Trump para que llegara a su puesto actual. Todo esto ha sido mezclado con la presunta injerencia de Rusia en el proceso electoral estadounidense.
Facebook no menciona nada que la vincule al Partido Republicano y menos a Donald Trump, abierto “enemigo” de Silicon Valley debido a su política migratoria. El Jefe de Seguridad de la compañía tras la red social, Alex Stamos, ha comentado que los informes publicados por la prensa son importantes, pero que se equivocan al llamar “brecha de datos” a lo sucedido. “Podemos condenar este comportamiento mientras se haga una descripción ajustada de ello”, explicó Stamos, algo que se explicaría debido a que el término “brecha de datos” podría llevar a consecuencias penales. Facebook decidió actuar tras comprobar que “no todos los datos fueron borrados.”
Fuente: Reuters