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Texto pixelado: ¿aún piensas que es seguro?
Los fragmentos de texto pixelado son bastante comunes en imágenes fijas y en vídeos en los que el autor desea enmascarar pate de su contenido. Por ejemplo, al mostrar una fotografía de un documento, los datos personales se suelen ocultar empleando este método tan común. Y lo mimos en vídeos en los que, por ejemplo, se nos muestra cómo realizar gestiones de todo tipo, pero evitando desvelar los datos personales de la persona que está llevando a cabo dicho proceso.
Sin embargo, lo más probable (y sin duda lo más sensato) es que, a corto plazo, su uso empiece a decaer hasta que termine por caer en el olvido. ¿Por qué? Porque con las herramientas y la información adecuada, tomar un texto pixelado y desenmascarar su contenido puede terminar por ser un juego de niños. Y por si te lo estás preguntando, sí, esas herramientas ya existen y, más aún, son gratuitas y están a disposición de todo el mundo en la red.
Junto con las herramientas, es fundamental contar con una información importante, eso sí, la tipografía y el tamaño de la misma empleado para escribir el texto que posteriormente se ha pixelado En primera instancia esto puede parecer complicado, pero en realidad hay bastantes elementos que podemos emplear para averiguarlo. El primero es, claro, si junto al texto pixelado se muestra también texto sin ocultar. En tal caso, e incluso si no nos resulta posible identificar dichos puntos, existen múltiples herramientas que analizan el texto de una imagen para intentar identificar la tipografía empleada.
Otra opción para identificar la tipografía empleada en el texto pixelado es el análisis del contexto. Por ejemplo, si podemos identificar en qué aplicación está escrito, hay bastantes posibilidades de que el texto esté escrito con los ajustes por defecto de dicho software. Por lo tanto, solo tendremos que abrir ese programa, si es que lo tenemos, o realizar una búsqueda en Google en caso contrario. Y una vez despejada esta incógnita, ya contaremos con toda la información necesaria.
Ahí es donde entran en juego las herramientas capaces de desenmascarar el texto pixelado gracias a un ataque de fuerza bruta, como podemos ver con Unredacted, un proyecto abierto disponible en GitHub, y que nos muestra la velocidad con la que un texto emborronado con esta técnica puede convertirse en caracteres plenamente legibles. Y con el extra de que, además, nos irá mostrando la evolución del proceso, para que podamos comprobar cómo funciona.
Esta demostración práctica, y al alcance de cualquier interesado, no solo debe traducirse en el cese inmediato en el uso de esta técnica de ofuscación, sino también como una señal de alarma para todas aquellas personas que hayan empleado alguna imagen con texto pixelado para publicarla en Internet, de que quizá deberían considerar, de inmediato, la eliminación de dichos contenidos, o su sustitución por nuevas imágenes o vídeos con técnicas más efectivas.
¿Y qué técnicas son esas? Pues la más sencilla es la que lleva décadas empleándose, y en la que confían profesionales e instituciones cuando necesitan enmascarar parte del texto en documentos, el tachado en negro: ██████ . Sí, es cierto que visualmente el texto pixelado puede resultar más atractivo, por ser menos agresivo que esta otra opción. Sin embargo, dado que la seguridad que ofrece el emborronamiento parcial se muestra poco o nada segura, esta es otra de esas ocasiones en las que te recomendamos anteponer la seguridad a otros criterios.