Apple lleva las contraseñas de iCloud a los equipos Windows

En un momento en el que el día a día de los usuarios no se circunscribe a un único sistema operativo, Apple ha tomado una decisión que muchos veían como inevitable: permitir el acceso a las contraseñas que los usuarios de Macs, iPhones y iPads almacenan en iCloud de forma segura, desde equipos Windows.

Lo ha hecho de dos formas diferentes: en primer lugar, actualizando “iCloud for Windows”, aplicación que desde hace algunos años los usuarios de este sistema operativo pueden descargar desde la tienda de aplicaciones de Windows. Al mismo tiempo, ha actualizado su extensión para Google Chrome, que ofrecía una funcionalidad similar a la aplicación anterior.

A partir de ahora, los usuarios del sistema operativo de Microsoft, podrán comprobar las contraseñas que almacenan en iCloud, actualizarlas, eliminarlas si así lo desean, o añadir cuentan nuevas. Cualquier cambio que realicen, se sincronizará con el resto de sus dispositivos de forma automática.

La principal limitación de la nueva App es que los usuarios que quieran comprobar sus contraseñas Windows deberán contar además con un dispositivo de Apple (normalmente un iPhone o un iPad), que la compañía utiliza como para completar el proceso de autenticación de doble factor que necesitaremos superar si queremos acceder a la “caja fuerte”.

En el caso de la extensión para el navegador (Edge/Chrome), iCloud para Windows se comporta de forma similar a lo que realiza Safari en Mac, si bien no rellenará las contraseñas por nosotros. Un icono azul por ejemplo, nos indicará que contamos con una contraseña almacenada que corresponde a la web en la que nos encontramos; un icono negro en cambio, nos informará que no disponemos de una contraseña para ese sitio en particular.

Dicho de otra forma: ni el sistema es tan sencillo de utilizar como en los dispositivos de Apple, ni ofrece toda la versatilidad que podemos encontrar en un gestor dedicado de contraseñas como LastPass o Bitwarden. Sin embargo, desde luego es mejor que nada.