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Investigan el alcance del software espía Pegasus a periodistas, políticos y disidentes
El software espía Pegasus vuelve al primer plano de la actualidad ante la denuncia de la vulneración de derechos que a través del mismo se vienen produciendo contra periodistas, organizaciones, disidentes, políticos o académicos.
Si nos sigues habitualmente conocerás ‘Pegasus’ como una de las soluciones de ‘seguridad’ de la compañía con base en Israel, NSO Group. La compañía se ha convertido en multimillonaria vendiendo sus «soluciones de seguridad gubernamentales contra el terrorismo y la gran delincuencia». El problema es que este software espía se ha venido usando contra otros objetivos, como han venido denunciando grupos de derechos.
Para demostrarlo, una colaboración pionera de más de 80 periodistas de 17 organizaciones de grandes medios en 10 países coordinada por Forbidden Stories (una organización sin fines de lucro con sede en París) y con el apoyo técnico de Amnistía Internacional, ha realizado pruebas forenses de vanguardia para identificar rastros del software espía.
Según la investigación, cuyos resultados se irán publicando en medios como The Guardian, Le Monde, Süddeutsche Zeitung y The Washington Post, «ponemos al descubierto cómo el software espía de NSO es un arma preferida por los gobiernos represivos que buscan silenciar a los periodistas, atacar a los activistas y aplastar la disidencia, poniendo en peligro innumerables vidas”, aseguró Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.
“Estas revelaciones destruirán cualquier afirmación de NSO de que tales ataques son raros y se deben al uso deshonesto de su tecnología. Si bien la empresa afirma que su software espía solo se utiliza para investigaciones legítimas delictivas y terroristas, está claro que su tecnología facilita el abuso sistémico. Ellos pintan un cuadro de legitimidad, mientras se benefician de las violaciones generalizadas de los derechos humanos«, aseguran.
“Claramente, sus acciones plantean preguntas más importantes sobre la falta total de regulación que ha creado un salvaje oeste de ataques abusivos y desenfrenados contra activistas y periodistas. Hasta que esta empresa y la industria en su conjunto puedan demostrar que es capaz de respetar los derechos humanos, debe haber una moratoria inmediata sobre la exportación, venta, transferencia y uso de tecnología de vigilancia«.
La investigación ha identificado 50.000 objetivos, incluyendo al menos 180 periodistas en 20 países que fueron seleccionados para posibles ataques con software espía de NSO entre 2016 y junio de 2021. A partir de los datos filtrados y sus investigaciones, Forbidden Stories y sus socios de medios identificaron clientes potenciales de NSO en 11 países: Azerbaiyán, Bahrein, Hungría, India, Kazajstán, México, Marruecos, Ruanda, Arabia Saudita, Togo y los Emiratos Árabes Unidos.
NSO Group ha desmentido esta información. En una respuesta escrita, NSO Group dijo «negar firmemente … afirmaciones falsas». Según la firma, los informes de esta investigación se han basado en «suposiciones erróneas» y «teorías no corroboradas» y reiteró que la empresa tenía la «misión de salvar vidas».
Software espía Pegasus: ¿Seguridad o vigilancia masiva?
Altamente polémico Pegasus. Bajo el paraguas de la ‘seguridad’ pueden cometerse todo tipo de fechorías, ilegales, pero que están ahí desde siempre. Hace años que NSO Group ha sido cuestionada por grupos de derechos humanos que la acusa de vender sus soluciones a dictaduras que las utilizan contra disidentes políticos y como medio de censura.
NSO Group también ha sido polémico por el uso de exploits para introducirse, en productos de Microsoft o Facebook como WhatsApp. Aunque ofrece otro tipo de software, el software espía Pegasus es el más conocido, una poderosa herramienta de acceso remoto (RAT) con capacidades de spyware y capaz de actuar sobre apps de mensajería, correo electrónico y navegadores, con especial incidencia en sus versiones para Android. Una vez instalado en el móvil de la víctima permite al atacante tener acceso completo a los mensajes, correos electrónicos, medios, micrófono, cámara, llamadas y contactos del dispositivo.
La denuncia es si uso es ilegal como dice la denuncia y si a través del software de NSO Group se han violado sistemáticamente derechos a personas u organizaciones que nada tienen que ver con el ‘terrorismo’ y la ‘gran delincuencia’.