Google está recopilando información detallada de registros de salud de millones de estadounidenses, sin informar ni a pacientes ni a médicos, asegura The Wall Street Journal en una de esas informaciones que abren el debate sobre el derecho a la privacidad en un tema tan sensible.  

Según el diario, Ascension, con sede en St. Louis y el segundo sistema de salud más grande de los Estados Unidos está compartiendo con Google resultados de laboratorio, diagnósticos y registros de hospitalización, así como historias de salud completas con nombres de pacientes y fechas de nacimiento. 

Google estaría utilizando los datos para diseñar un nuevo software impulsado por Inteligencia Artificial. El proyecto se denominaría «Proyecto Nightingale» y una persona familiarizada con el asunto le dijo a WSJ que al menos 150 empleados de Google tienen acceso a datos de decenas de millones de pacientes

Aunque -fuera de Estados Unidos- puede parecer una flagrante invasión de la privacidad, la Ley de Responsabilidad y Portabilidad del Seguro de Salud (HIPPA) generalmente permite a los hospitales compartir datos con socios comerciales, sin comunicarlo a los pacientes, si esa información se utiliza para ayudar al hospital a mejorar y brindar la atención médica.

Si en la era de Internet los datos son oro, los relacionados con la salud son un diamante en bruto. A medida que grandes tecnológicas como Google, Amazon, Apple y Microsoft intentan hacerse relevantes en el espacio de la atención médica es seguro que tengamos noticias de más casos como este que en Europa serían un escándalo monumental.

Esperamos que al menos se mantengan seguros los registros de los pacientes. Los ciberdelincuentes han puesto en el punto de mira a las compañías del sector de la salud. Pocas industrias tienen una misión más crítica, datos más sensibles y operativas más complejas, pero al tiempo, esto implica que estas compañías son difíciles de proteger, como aseguró Proofpoint en un informe reciente.

Se espera en breve una respuesta de Google a la publicación de The Wall Street Journal