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Google elimina el lema Don’t Be Evil de su código de conducta
La trayectoria de Google es considerada por muchos usuarios cada vez más oscura. El gigante de Mountain View ha decidido eliminar su conocido Don’t Be Evil de su código de conducta, un lema no oficial que su momento fue utilizado sobre todo para definir el comportamiento de la compañía con respecto a sus propios usuarios. Este movimiento se ha convertido en otro paso más de una posible caída “al lado oscuro” por parte de Google.
Sin embargo, la eliminación del Don’t Be Evil es solo otro paso de los muchos que ha dado el gigante de Mountain View hacia una dirección que para muchos es poco ética. Por ejemplo, cuando adquirió DoubleClick en 2007, Sergey Brin, cofundador de Google, dijo que la privacidad era “la prioridad número uno cuando se contemplara nuevos tipos de productos relacionados con la publicidad”. Esto quería decir que la base de datos masiva de registros de DoubleClick se mantenía separada por defectos de nombres y otra información personal, pero esto cambió en verano de 2016, cuando Google eliminó de forma silenciosa dicha política, quitando así la barrera que separaba ambas cosas y diciendo que los hábitos de navegación pueden combinarse con lo que la compañía obtenía de Gmail y otros servicios. Como defensa esgrimió que aquello fue una actualización para ajustarse a la revolución de los smartphones.
La mayoría de los servicios de Google son ofrecidos de forma gratuita, y de alguna forma la compañía tiene que generar ingresos. Para ello se apoya, como no podía ser de otra forma, en el despliegue de publicidad, y las campañas de publicidad son más efectivas si se adaptan a los gustos e intereses del usuario, por lo que ahí la recopilación de datos juega un papel esencial. Aquí se suma un tratamiento de los datos que no siempre es todo lo transparente que debería y la presunta connivencia con agencias gubernamentales. Por otro lado, está Project Maven, un programa militar de inteligencia artificial y aprendizaje automático impulsado por el Departamento de Defensa de Estados Unidos que ha provocado una auténtica rebelión en Google, con 4.000 empleados exigiendo la retirada de la compañía de ese tipo de proyectos.
Por lo que se puede ver, el Don’t Be Evil de Google hace tiempo que está, cuanto menos, distorsionado, y aquí no hemos entrado en el abuso de posición dominante de la compañía en el mercado de los buscadores, que domina de forma casi total desde hace más de una década. Viendo las actuales políticas y ciertos proyectos de la empresa, es obvio que a día de hoy el lema por el que se dio a conocer no se sostiene del todo.
Fuentes: AllGov y MuyComputer