Bill Gates y Paul Allen «hackearon» el ordenador del instituto para ligar

A pesar de haber sido el hombre más rico del mundo la mayor parte del tiempo en los últimos 20 años, antes de ser el “todopoderoso señor” de la informática doméstica gracias al éxito de Microsoft, Bill Gates fue una persona que llevó una vida bastante normal, lejos de ser un ángel, con hechos realmente sorprendentes.

A lo largo de este mes ha ido circulando una historia de cuando Bill Gates y Paul Allen, fundadores de Microsoft, eran adolescentes, una historia conocida tras la realización de una entrevista por parte del primero para la BBC.

A pesar de que Bill Gates era dos años menor que Paul Allen, la pasión por los ordenadores de ambos los unió y convirtió en amigos. Ambos fueron al mismo instituto privado, el Lakeside School, situado en la ciudad de Seattle (estado de Washington, Estados Unidos).

Con el fin que conocer chicas, los fundadores de Microsoft decidieron “hackear” los ordenadores del instituto al que ambos asistían. Pero Allen, al ser dos años mayor, se tuvo que ir a la universidad y dejó a Gates solo para poder disfrutar de los resultados obtenidos de aquella hazaña, consiguiendo que algunas chicas se sentaran cerca de él, aunque admitió ser por entonces un “inepto” cuando se trataba de ligar con chicas, y a pesar de volverse un poco más sociable cuando se fue Harvard, seguía viéndose por debajo de la media.

Multado por exceso de velocidad en 1975 y arrestado en Albuquerque en 1977

El éxito de Microsoft le permitió al joven Bill Gates comprarse un Porsche 911. Las personas que lo conocen saben de su afición por la velocidad, y de hecho en la actualidad tiene un garaje lleno de coches.

Esa pasión le llevó a ser multado en 1975 y perder su licencia de conducir. Dos años más tarde fue arrestado en Albuquerque (Nuevo México, Estados Unidos) por unas circunstancias que a día de hoy son desconocidas, aunque Gates ha comentado que fue por un “incidente de tráfico” sin entrar en más explicaciones.

Amistad rota con Paul Allen

A veces mezclar las amistades y los negocios no es buena idea, y eso fue lo que pasó con Bill Gates y Paul Allen.

Paul Allen, quien fuese cofundador de Microsoft, rajó de Bill Gates un libro publicado en 2011, diciendo poco después en una entrevista televisada que trabajar con Bill Gates era “como estar en el infierno”.

La de Allen no es la única amistad de Gates que Microsoft se llevó por delante, porque años después también se enturbió la que tenía con Steve Ballmer, quien fue hasta 2014 CEO de la compañía.

Foto | Twitter de Bill Gates