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Copias piratas Windows 10 no tienen garantizadas actualizaciones de seguridad
Microsoft ha celebrado esta semana en China el Windows Hardware Engineering Community (WinHEC). Una conferencia que nos ha dejado importantes anuncios relacionados con su próximo sistema operativo, Windows 10, como su fecha de lanzamiento el próximo verano, los requerimiento mínimos de hardware que serán bastante bajos o el acuerdo con Xiaomi para poner en marcha un programa de «conversión» de sus terminales Android a Windows 10.
Con todo, el bombazo de la conferencia ha llegado del anuncio de la actualización a Windows 10 de las copias pirata de Windows anteriores. El anuncio realizado en China enfoca el problema ya que se calcula que en el gigante asiático tres de cada cuatro equipos corren copias pirata de Windows. En un primer momento se consideró que era un intento sin precedente por parte de Microsoft para obtener versiones legítimas de su software en cientos de millones de equipos informáticos, pero una aclaración posterior nos deja dudas sobre esta estrategia.
Desde hace dos décadas se especula con una permisividad (controlada) de Microsoft en el uso de copias pirata de Windows. Según los críticos el objetivo sería simple: antes que los usuarios se pasen a OS X o Linux es preferible que usen Windows aunque sean copias piratas. Ello ayuda a que Windows mantenga en sistemas operativos de escritorio cuotas de mercado por encima del 90 por ciento, controle como nadie el canal de fabricantes de equipos originales OEM y también sectores como el gubernativo y empresarial.
Ahora llega el anuncio de actualización de copias pirata en una estrategia hasta ahora desconocida en Microsoft aunque es consecuente con el Windows 10 gratuito para actualizar equipos con licencia de Windows 7 y Windows 8.1 que se anunció en el mes de enero.
Sin embargo, tras la sorpresa del anuncio, Microsoft ha aclarado que las copias piratas seguirán siendo piratas por mucho que puedan actualizarse a Windows 10. Es decir, Microsoft las considerará “software no genuino”, según un portavoz de la compañía:
«Aunque los ordenadores con Windows no originales serán capaces de actualizar a Windows 10, la actualización no cambiará el estado real de la licencia. No es una publicación de Microsoft. No con la licencia o soporte de Microsoft o un socio de confianza. Si un dispositivo estaba clasificado como no-original antes de la actualización, se seguirá considerando que no es original después de la actualización».
Ello significa que las copias piratas actualizadas a Windows 10 podrían quedarse sin actualizaciones de seguridad y sin nuevas características en próximas actualizaciones. No se ha matizado pero sería una manera de diferenciar las copias piratas para que no se “enfaden” los clientes que han pagado religiosamente por la licencia de Windows. Tampoco se conoce si la compañía ofrecerá algún tipo de programa (bajo pago) para que las copias piratas puedan legalizarse una vez actualizadas a Windows 10.
A la espera de explicaciones, cuidado, las copias piratas seguirán siendo igual de piratas aunque Microsoft permita su actualización a Windows 10 en una medida sin precedente en la compañía.