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El ‘cifrado valenciano’ podría no ser tan perfecto como se dice
Vicente Martínez Sancho es el hombre de la semana en lo que a criptografía se refiere, y es que este profesor de la Facultad de Física de la Universidad de Valencia dice estar desarrollando el método de cifrado perfecto, nada menos. También está en proceso de patentarlo internacionalmente, para comercializarlo a través de la empresa Crypto Res “lo antes posible”.
Es la noticia que pudiste leer ayer en estas páginas, a la que vamos a darle ahora una vuelta de tuerca. ¿Nos creemos a pies juntillas lo que asegura el físico valenciano, o le buscamos los tres pies al gato mejor? Hemos optado por lo segundo.
Así, estamos seguros que los interesados en estos temas encontrarán muy didácticas las conversaciones surgidas en el foro especializado Kriptopolis (1 y 2), donde mencionan algunos fallos en la presentación del método muy bien expuestos. Incluso se pusieron en contacto con su creador para discutirlo, pero este declinó.
Por su parte, Arturo Quirantes, profesor de física granadino, publica en su blog un artículo que pone en duda todo lo que afirma su colega valenciano, y además lo hace en un lenguaje más llano (al final todo esto «se reduce» a matemática pura y lógica).
Para rematar la jugada -al profesor Martínez Sancho, se podría añadir-, la red temática de criptografía y seguridad de la información de Universidad Politécnica de Madrid ha publicado, literalmente, unas primeras impresiones sobre la solicitud de la patente “Procedimiento de doble criptograma simétrico de seguridad de Shannon por codificación de información para transmisión telemática y electrónica», que no te deberías perder.
El documento (PDF), firmado por los doctores Jorge Ramió y Alfonso Muñoz, ambos expertos en seguridad informática, es bastante crudo. Concluye así: «Ante todo lo anterior no sólo podemos afirmar que este algoritmo ni mucho menos va a desplazar a los algoritmos actuales, sino que no le auguramos ningún futuro«.
Advertimos que las fuentes de este artículo son puramente técnicas y que su comprensión no está al alcance de todo el mundo (nosotros los primeros). No respaldamos ni a unos ni a otros, solo contamos lo que hay.